martes, 23 de septiembre de 2014

Los efectos de la acción humana en el agua (I): las cianobacterias y las cianotoxinas.

Los florecimientos algales ocurren naturalmente, pero son más frecuentes en aguas que han sufrido ciertas formas de interferencia humana. Entre las formas más comunes se encuentra el enriquecimiento de aguas con nutrientes, ya sea a partir de fuentes puntuales como las descargas cloacales, o de no puntuales como la agricultura o el endicamiento de los ríos, que provoca un aumento en el tiempo de retención y exposición del agua a la luz solar.

Fuente: mqciencia.com

Debido a ese estancamiento se desarrollan poblaciones de cianobacterias, que en ocasiones son un nido de toxinas que provocan enfermedades cuando son ingeridas o por contacto con el agua a partir de exposición recreacional. Algunas cepas son mucho más tóxicas que otras; tanto es así, que una cepa extremadamente tóxica, aún cuando esté presente en pequeñas cantidades entre un número mayor de cepas no tóxicas, puede transformar en tóxico a dicho florecimiento algal.

A diferencia de otras sustancias químicas tóxicas, las cianotoxinas se encuentran usualmente contenidas dentro de las células cianobacterianas o unidas a ellas, y un pequeño porcentaje del total está disuelto en el agua, a menos que las toxinas se hayan liberado por el envejecimiento del florecimiento o el tratamiento con alguicidas haya causado la ruptura de las células. 

Las cianotoxinas no proliferan dentro del cuerpo humano después de la ingesta y sólo lo hacen en ambiente acuático.

Fuente: ungeologoenapuros.es

Algunas son potentes neurotoxinas y otras poseen actividad tóxica primaria sobre el hígado. Ejemplos de cianotoxinas y sus efectos son:
  • Los lipopolisacáridos, pueden llegar a ser causa de ciertos efectos negativos sobre la salud, tales como gastroenteritis o respuestas alérgicas.
  • La sustancia metilamino-L-alanina (BMAA), es un aminoácido neurotóxico asociado a una compleja enfermedad demencial similar al Alzheimer, con signos de parkinsonismo y de enfermedad atípica de neurona motora, producida por una gran variedad de cianobacterias. Se cree que el BMAA es capaz de unirse a proteínas endógenas y funcionar así como una toxina lenta y de esta forma estar implicado en la etiología de otras enfermedades neurodegenerativas de latencia prolongada como el Alzheimer.
Una vez reflexionado sobre esto, y habiendo percibido las consecuencias en caso de no cuidar nuestros acuíferos, ¿por qué no dejar a generaciones futuras aguas más limpias y libres de agentes tóxicos?

Y sobre todo, ¿por qué no apostar por los entierros ecológicos como una forma más para cuidar de ellos?

lunes, 8 de septiembre de 2014

“Cuando marches, deja huella en las personas que quieres; pero no en el lugar donde vivirán”.


A partir de hoy, y basándonos en esta premisa, Funeco España comienza una nueva etapa en la que pretende concienciar sobre los problemas medioambientales y de salud que genera la acción humana y su estilo de vida, para poder actuar en consecuencia.


Concretamente, centraremos los esfuerzos en hacer percibir a la sociedad la necesidad de transformar los ritos funerarios clásicos, que son un grave foco de contaminación de acuíferos y suelos, en entierros ecológicos, una práctica que respeta al 100% el entorno donde hoy vivimos, y en el que nuestros hijos vivirán cuando no estemos.

A través de datos obtenidos en estudios y noticias, y también compartiendo reflexiones e ideas, conseguiremos entre todos iniciar un movimiento que promueva el respeto por el medio ambiente, convirtiendo algo que hoy es desconocido en una buena costumbre de la que nos podamos sentir orgullosos el día de mañana.

¿Estáis preparados?