viernes, 5 de junio de 2015

La contaminación del agua

La contaminación del agua constituye un problema global de máxima actualidad, siendo uno de los problemas a los que tendremos que hacer frente de forma prioritaria: por cuestiones de disponibilidad, debido al aumento en su consumo por la distintas necesidades (familiares, industriales, agrícolas), porque no es una fuente inagotable, por la degradación constante de océanos, ríos, pantanos, estanques, pozos y regadíos y por el incremento de centrales nucleares (contaminación radiactiva).

Para plantearnos el problema de la contaminación del agua sería necesario establecer genéricamente el concepto de contaminación, del que existen multitud de definiciones y que agrandes rasgos podría considerarse como “toda causa que contribuye a que un determinado medio o recurso sea inapropiado para su uso”. El hombre altera la dinámica de los ciclos naturales, provoca la acumulación de residuos en lugares muy concretos, y por lo tanto, supera la capacidad de reciclaje de éstos, dando lugar a su obstrucción y, por tanto, al fenómeno de contaminación.

Resulta pues imprescindible buscar recursos para solucionar los excesos de su carga contaminante, viéndose mermada notablemente su calidad con repercusión en el ecosistema, agricultura, pesca, e incluso en la producción alimentaria, afectando toda la cadena trófica.

Está científicamente probado que para mantener un ritmo de crecimiento económico industrial, se hace absolutamente imprescindible conservar o bien reparar allí donde se haya roto el equilibrio ecológico.



Fuentes de origen: La contaminación de las aguas puede ser accidental, pero la mayor parte de las veces deriva de vertederos no controlados de distinto origen:

Aguas residuales urbanas (aguas negras): comprenden excretas humanas (fecales y orina), aguas de aseo personal (ducha, baño, lavabos,…) y las de cocina (fregado de enseres, lavado de ropa, con restos de detergentes, jabones, lejías y grasas).

Aguas de procedencia atmosférica (“aguas blancas”): nieve, lluvia o deshielo.

Aguas residuales de origen rural: además de los residuos de origen humano, contienen otros de origen animal (deyecciones) y agrícola (plaguicidas, siendo muy nocivos para los animales y plantas y, por ende, para el hombre al consumir estas especies).

Las alteraciones por plaguicidas dependerán del tipo de los mismos, destacando los insecticidas orgánicos de síntesis: carbamatos, órganoclorados y órgano-fosforados, siendo estos dos últimos los más importantes por su uso frecuente, si bien los órganoclorados van a tener una repercusión mucho mayor en la polución de las aguas por no ser biodegradables como los fosforados, y por su acumulación en las grasas del organismo.

Aguas residuales industriales (“aguas grises”): contienen materias inorgánicas (aceites, grasas) u orgánicas (origen animal o vegetal) de establecimientos industriales, con vertidos de hidrocarburos, que podrían provocar síntomas nerviosos con excitación, cianosis apizarrada, si bien su mayor riesgo es el poder cancerígeno, sobretodo sin son polibencénicos. Es este grupo tendría cabida las incineradoras con materias orgánicas de origen humano.